El delito de robo ya es, en sí mismo, una transgresión significativa que perturba la paz y la seguridad de las personas. Sin embargo, cuando este acto se lleva a cabo con el uso de armas, su gravedad se incrementa notablemente. La introducción de armas no solo amplifica el potencial daño físico sino también el impacto psicológico en las víctimas. Un robo con armas no es cuestión menor. Cuente con nuestros mejores abogados penalistas de España. 

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